La vida de don Guillermo Aceituno ha sido bastante compleja, desde que comenzó a padecer de varias enfermedades, entre ellas la diabetes. Sin embargo, si algo caracteriza a este guatemalteco, de 82 años, es que un padecimiento no lo detienen para mantenerse activo.
«Lleva 30 años de ser diabético tiene cuidados especiales y estamos pendientes de su medicina como de la comida también su padecimiento mayoritario es la alimentación, pues él en el pasado era de mucha azúcar, de dulces de postres, y todo esto lo sufre, como familia nos toca buscarle sustituto de azúcar«, indicó Janice Aceituno, hija.
Dejando en claro que ha sido complicado atender cada emergencia de don Guillermo, cuando misma se le dispara a altos niveles, no ha sido difícil hacerlo sonreír y permitirle de vez en cuando, «portarse mal».
«Gracias a Dios es activo pero con el azúcar si sufre porque cuando quiere comer algo dulce y se le dice que no se pone a llorar, entonces tratamos de buscarle sustituto de azúcar para que no le haga falta en su alimentación o como todo viejito caprichoso hace berrinche, hasta que consiga aunque sea un pedacito de dulce se queda tranquilo«, agregó Aceituno.
En cuanto a su historia, cabe mencionar que don Guillermo fue, en su juventud, un hombre sano y activo, pero al mismo tiempo amante de las cosas dulces. De hecho, la combinación de un impacto fuerte con un dulce fue el detonante para que esta afección se hiciera presente en su vida
«Era de los señores que comía demasiado bien, pero de sus postres sus favoritos estaba el chilacayote, los dulces en miel, y para navidad que no le hacían falta sus tamalitos negros que hasta el día de hoy pide, que hasta un pedacito se le da porque hasta llora si no».
Así como esta historia, existen muchas más de guatemaltecos que desde temprana edad han sido detectados con diabetes y cada día luchan por estar bien de salud, y aguantar las tentaciones de los postres y golosinas.
