Tras una excavación, arqueólogos encontraron materiales y una réplica de Teotihuacán en Guatemala, dentro de la ciudad maya de Tikal.
 

Un grupo de arqueólogos descubrió en la ciudad maya de Tikal, Guatemala, las ruinas de una antigua urbanización con características parecidas a Teotihuacán, que consideraron como una réplica de una de las mayores ciudades de Mesoamérica durante la época prehispánica.

El hallazgo fue hecho por Stephen Houston, profesor de antropología de la Universidad de Brown y Thomas Garrison, profesor asistente de geografía en la Universidad de Texas, quienes utilizaron un software de detección de luz y rango, o lidar, para dar con los restos de la antigua urbe.

A partir del análisis lidar, un grupo de arqueólogos de Guatemala, encabezados por Edwin Román Ramírez, hicieron una excavación para continuar con las investigaciones sobre la influencia que Teotihuacán tuvo sobre la civilización maya que habitó en el país centroamericano.

Houston explicó que Tikal y Teotihuacán eran ciudades muy diferentes, la primera era pequeña y con mucha población, y la segunda, “tenía todas las marcas de un imperio”, ya que su influencia abarcó más allá de su centro metropolitano.

“Independientemente de quién construyó esta réplica a menor escala y por qué, muestra sin lugar a dudas que hubo un nivel de interacción diferente entre ambas ciudades de lo que se creía anteriormente”, agregó.

Según los resultados de la investigación, publicados en la revista Antiquity, los arqueólogos creyeron que habían descubierto un área natural de colinas en el centro de Tikal; sin embargo, se trataba de un conjunto de antiguas edificaciones en ruinas.

El complejo tenía la forma de la Ciudadela que construyeron los teotihuacanos, pero a menor escala, revelaron los investigadores. La réplica tenía las mismas alas norte-sur en una pirámide oriental, así como una plaza cuadrada y un embalse.

“El complejo arquitectónico que encontramos parece haber sido construido para gente de Teotihuacán o aquellos bajo su control”, detalló Houston.

Materiales hallados en la réplica podrían ser evidencia de un conflicto entre las ciudades

Durante las excavaciones se documentó el uso de arcillas y adobes para construir el complejo, en lugar de piedra caliza, un material tradicional entre los mayas. También se encontraron quemadores de incienso como los que utilizaban en Teotihuacán.

«Casi sugiere que a los constructores locales se les dijo que usaran una tecnología de construcción completamente no local mientras construían este nuevo complejo de edificios en expansión».

Los arqueólogos hallaron cerca de la réplica de la Ciudadela teotihuacana los restos de un cuerpo, el cual estaba rodeado de vasijas, fragmentos de cerámica, huesos de animales y puntas de proyectil.

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Encontraron otras puntas de proyectil hechas con pedernal y otras con obsidiana verde, materiales que usaban los mayas y teotihuacanos, respectivamente, lo que fue considerado por los investigadores como la evidencia de un conflicto.

Los pobladores de ambas ciudades mantuvieron una relación comercial durante mucho tiempo, hasta que los habitantes de Teotihuacán conquistaron Tikal en el año 378 d.C., concluyeron los arqueólogos.

Con información de Azteca Noticias.