El fundador de Facebook fía el futuro de su imperio, inmerso en una enorme crisis reputacional, a un proyecto visionario que pretende superar el internet de las pantallas.

El metaverso, aseguró Zuckerberg el jueves en el evento anual de desarrolladores de su empresa, es la evolución lógica de la red, que no da más de sí. Es llevar a Facebook al siguiente nivel. Hasta ahora, nuestra experiencia en el ciberespacio se limitaba a navegar en webs o manejar aplicaciones.

El mundo digital existía en las pantallas de nuestros dispositivos; al despegar la mirada del móvil o el ordenador, ese mundo se apagaba. El metaverso es meterse en él. En un universo, eso sí, diseñado y modelado por Facebook (o Meta), donde todo lo que veamos, oigamos y toquemos sea una experiencia de realidad virtual. Un gigantesco desafío tecnológico al que la compañía liga también su futuro financiero.

Según Zuckerberg, este mundo paralelo moverá “centenares de miles de millones de dólares” en los próximos diez años. Bloomberg Intelligence cifra el negocio en unos 800.000 millones para 2024.