Practicar yoga con regularidad es una excelente forma de aliviar el estrés y las tensiones que acumulamos.
Enseña a respirar correctamente. La respiración conocida como abdominal o diafragmática, que en la inspiración se inicia en el abdomen para continuar en la zona intercostal y terminar en la clavícula, y en la espiración sigue el recorrido a la inversa, incrementa la oxigenación de las células.
Ayuda a reducir el nivel de cortisol, la hormona relacionada con el estrés; está demostrado que unos niveles de cortisol elevados pueden provocar cambios de humor, aumento de peso, presión arterial alta, y problemas de sueño.
Protege los huesos, y previene enfermedades como la artritis.
Con información de Astrid Barrios