Canadá cumplió al menos algunos de sus objetivos en la Copa Mundial a pesar de quedar eliminada en la fase de grupos: marcar su primer gol en la historia del torneo y demostrar que puede luchar contra algunas de las mejores selecciones del mundo.

John Herdman, que tomó las riendas del equipo en 2018, se había propuesto transformar la imagen del fútbol masculino en un país donde el hockey sobre hielo domina el entusiasmo del público.

La combatividad de Canadá en Qatar elevó el estatus de este deporte de cara al torneo de 2026, que el país coorganizará con Estados Unidos y México.

En dos derrotas consecutivas, una ante la segunda clasificada, Bélgica, y la otra ante la finalista de 2018, Croacia, Canadá demostró que puede enfrentar, aunque no vencer sistemáticamente, a equipos con más experiencia y profundidad.

El momento decisivo para Canadá, en su primera participación en un Mundial desde 1986, fue un penal mal lanzado por Alphonso Davies que podría haber dado a Canadá una ventaja contra Bélgica en la primera parte, que los canadienses dominaron sorprendentemente.

Algunos canadienses se mostraron desconcertados por el hecho de que Davies lanzara un penal inusualmente débil contra Thibaut Courtois, posiblemente el mejor portero del mundo, pero Herdman elogió a su jugador por tomar la iniciativa y llevar «el peso de una nación».

En los primeros minutos de su partido contra Croacia el domingo, Davies batió al portero Dominik Livakovic con un potente cabezazo en el inicio del encuentro. Pero Croacia respondió sin piedad, marcando dos goles en ocho minutos, a los que añadió otros dos tras el descanso.

La Copa Mundial se ampliará de 32 a 48 naciones a partir de 2026 y, aunque Canadá se ha clasificado automáticamente como uno de los anfitriones, puede esperar convertirse en un habitual del formato mayor en los siguientes torneos.