Los inconformes señalan que su principal demanda es la repetición de elecciones bajo un proceso transparente y legítimo no ha sido escuchada y las autoridades se han negado a un diálogo, agregaron que además no existen condiciones que permitan a la comunidad sancarlista regresar a clases presenciales en los distintos campus de la USAC, ya que no existe un plan para prevenir los contagios de COVID-19.

Los representantes agregaron que están abiertos a escuchar para llegar a una solución por el bien de la comunidad educativa y por ello decidieron que el Centro Universitario de Noroccidente ubicado en el Departamento de Huehuetenango podrá abrir, siempre y cuando se garanticen los acuerdos que entre la Coordinadora y los miembros del Consejo Directivo.

«El regreso a clases es una necesidad urgente, que requiere no solo de la apertura de las instalaciones universitarias, si no de que el Consejo Superior Universitario y las demás autoridades, cuerpo docente y trabajadores de cada unidad académica provean y garanticen dichas condiciones que realmente aporten al resurgimiento de la dinámica universitaria de calidad, digna, válida y prestigiosa. Consideramos que el retorno a actividades presenciales también es el mecanismo para garantizar la reorganización política y estudiantil. Nosotros tenemos la intención de retornar a clases presenciales, ya quedará en ellos si tienen la capacidad o no de poder hacerlo, pero los demás centros siguen tomados y seguiremos con esta resistencia mientras no exista mesa de diálogo», indicó uno de los representantes estudiantiles.