Por miedo a una ola de violencia sin precedentes, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, cedió ante las protestas y propuso la reforma de justicia.

Momentos de tensión se viven en Israel en las últimas semanas, ya que una fuerte ola de movilizaciones, huelgas y protestas han sembrado miedo en la cúpula de la nación dirigida por Benjamin Netanyahu, pues ante un ascenso en las manifestaciones con signos de violencia y detenciones, el primer ministro israelí pospuso un mes la adopción del polémico proyecto de reforma al sistema judicial.

Así lo anunció el mandatario este lunes 27 de marzo, quien empleó un discurso sostenido en la idea de “evitar la fractura de la nación” y buscar un “amplio consenso” alrededor de la reforma de justicia. Por este motivo retrasó un mes la segunda y tercera lectura del proyecto de reforma, tal como demandaron las principales voces opositoras.

Las manifestaciones en contra de su gobierno y de su persona tuvieron un nuevo nivel de intensidad tras la sorpresiva destitución del ministro de DefensaYoav Gallant, quien aseguró públicamente que Netanyahu debía retrasar la controversial iniciativa judicial, por lo que las calles de Tel Aviv y distintas ciudades volvieron a congregar a miles de ciudadanos.

Reforma judicial de Netanyahu: Miedo en Israel por violencia de las protestas

Este mismo lunes, el jefe del Ejército de IsraelHerzi Halevi, calificó la situación como una crisis “diferente a cualquier otra anterior”, pues mencionó que continúan las amenazas externas al tiempo en que “en casa se está gestando una tormenta”, con relación a la polémica de la reforma judicial.

Al mismo tiempo, Bejamin Netanyahu solicitó a través de sus canales oficiales que las protestas fueran pacíficas y se mantuvieran alejadas de la violencia, pues calificó a Israel como un pueblo hermano; sin embargo, las imágenes de las manifestaciones muestran el descontento generalizado en un gran sector de la población.

¿Qué está pasando en Israel?

Ya son varias semanas en las que el pueblo de Israel se ha manifiestado en las calles de su país para reclamar contra la reforma judicial, una que tiene como idea principal dar al Parlamento una mayor autoridad sobre el poder judicial. Esto lleva implícito una mayor influencia de los partidos políticos que se encuentren al mando.

La elección de jueces y el poder anular decisiones de la corte, entre las principales preocupaciones que tiene la reforma impulsada por Netanyahu, en especial para los opositores al plan para reforzar el control del Parlamento sobre los procesos judiciales, pues afirman que es “una amenaza para la democracia y han movilizado grandes protestas en su contra”, según señala Reuters.

El Gobierno israelí afirma que la reforma es fundamental para detener a los jueces activistas y establecer un equilibrio entre el Gobierno electo y el poder judicial; sin embargo, los opositores la consideran un debilitamiento de los controles y de los equilibrios legales.