Los manifestantes se cubren detrás de un escudo improvisado mientras una persona ondea la bandera de Perú durante la marcha ‘Toma el control de Lima’ contra la presidenta de Perú Dina Boluarte, luego del derrocamiento y arresto del expresidente Pedro Castillo, en Lima, Perú, el 19 de enero de 2023. REUTERS/Sebastian Castaneda

Manifestantes y la policía de Perú cruzaron piedras y bombas lacrimógenas el jueves en la capital Lima, mientras que en regiones del sur del país dos personas murieron, elevando a 45 las víctimas fatales en violentos enfrentamientos durante protestas contra el Gobierno en demanda de cambios radicales.

Los enfrentamientos marcan la peor ola de violencia que ha visto Perú en más de dos décadas, mientras los manifestantes -en su mayoría de regiones más pobres- desahogan su ira contra la élite política limeña por una persistente desigualdad, poniendo a prueba la democracia de la nación andina rica en cobre.

Los manifestantes exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, nuevas elecciones rápidas, el cierre del Congreso y una nueva Constitución para reemplazar una favorable al mercado vigente desde 1993 en el gobierno del expresidente Alberto Fujimori, quien está preso por abusos a los derechos humanos.

https://twitter.com/adn40/status/1616243240482607104

En la región sureña de Arequipa, la policía enfrentó también con bombas lacrimógenas a manifestantes que intentaron tomar el aeropuerto. Un hombre de 30 años murió por «herida de arma de fuego» y otras 18 personas resultaron heridas en ese evento, dijo la gerencia de salud de Arequipa en un comunicado.

El Ministerio de Transporte y Comunicaciones anunció por Twitter la suspensión de las operaciones del aeropuerto de Arequipa y de Cusco, el foco turístico del país.

Oficiales de policía caminan hacia un edificio que se incendió durante la marcha ‘Toma el control de Lima’ contra la presidenta de Perú Dina Boluarte, luego del derrocamiento y arresto del expresidente Pedro Castillo, en Lima, Perú, el 19 de enero de 2023. REUTERS/Sebastian Castaneda

En buses y a pie, miles de personas han viajado a Lima portando banderas y pancartas criticando al Gobierno y a la policía por enfrentamientos mortales en las regiones de Puno, Cusco y Ayacucho. Muchos exigen la dimisión de Boluarte.

Los manifestantes han llamado a la protesta del jueves la «Toma de Lima», y la policía había anunciado el despliegue de miles de agentes para velar por la seguridad en la ciudad, que el miércoles cumplió sin festejos sus 488 años de fundación.

En recientes protestas, los manifestantes han quemado sedes públicas y privadas y han atacado estaciones policiales en diferentes regiones del interior del país.

La Defensoría del Pueblo informó asimismo la muerte el jueves de una persona que resultó herida en una protesta el miércoles en Puno, que registra casi la mitad de todos los fallecidos en enfrentamientos, incluido un policía. Otros nueve han fallecido en incidentes relacionados a los conflictos.

Con información de Reuters