“The Mystery Man” está basada en la Sábana Santa de Turín y su grado de detalle produce gran impresión en los espectadores.
Tras 15 años de estudio sobre la Sábana Santa de Turín el manto que, afirman, envolvió el cuerpo de Jesuctristo tras su muerte, la Catedral de Salamanca expone la primera recreación hiperrealista de su figura. Se trata de un “cuerpo de calidad humana sin movimiento artístico”, afirmó el comisario de la exposición Álvaro Blanco, quien estudió por más de 15 años para poder llevar a cabo la muestra.
La escultura, creada meticulosamente y con un gran cuidado por los detalles, fue realizada en latex y silicona. Pesa aproximadamente 75 kilos y muestra la figura propia del rigor mortis -la postura que adopta el cuerpo muerto a raíz de una serie de cambios químicos que se producen en los músculos y que provoca rigidez e inflexibilidad.
Sus piernas están semiflexionadas y sus manos, cruzadas a la altura del pubis. La escultura cuenta con pelo real, que cubre todo el cuerpo, de pies a cabeza.
En la piel, se representaron cada una de las heridas producidas por las torturas, así como las marcas de los clavos tanto en las manos como en los pies y los latigazos entre la quinta y la sexta costilla del lado derecho. Su nariz está quebrada y su ojo derecho, rodeado de un gran moretón. El nivel de detalle logrado permite observar, al acercarse, los poros de la piel, las pecas, las pestañas y hasta las cejas.
La figura produce tal grado de impresión que el Obispo de Salamanca, Monseñor José Luis Retama, permaneció unos minutos en silencio meditandola. Incluso, al ingresar en la sala donde permanece, predomina el silencio de los espectadores.