El hombre armado que mató a cuatro personas y luego se suicidó en un edificio médico de Tulsa, en el estado de Oklahoma, acudió al lugar luego de comprar un fusil de asalto para matar a un médico al que culpaba del dolor de espalda que sufría tras una operación, dijeron el jueves las autoridades.
El hombre armado, identificado como Michael Lewis, entró en un edificio del campus del Sistema de Salud St. Francis con un arma tipo AR-15 y abrió fuego, matando a dos médicos y a otras dos personas, dijo el jefe de la policía de Tulsa, Wendell Franklin, en una rueda de prensa.
El sospechoso «entró con la intención de matar al doctor Phillips y a cualquiera que se cruzara en su camino», dijo Franklin. Las autoridades encontraron una carta en el cuerpo de Lewis que dejaba claro que el ataque tenía un objetivo.
The Tulsa shooter, Michael Lewis, walked into the St Francis Medical Center and went to the 2nd floor and killed 4 people before tarnished gun on himself. The sign on the front door says it's a gun free zone. Signs don't work, it makes everyone there a soft target. pic.twitter.com/fmYosAeddg
— Ludiebug (@Ludiebug) June 2, 2022
El médico Preston Phillips, de 59 años, que trató a Lewis, murió junto a la doctora Stephanie Husen, una especialista en medicina deportiva de 48 años. Las autoridades identificaron a los otros dos fallecidos como Amanda Green y William Love. No está claro si eran pacientes o miembros del personal.
Lewis fue dado de alta del hospital el 24 de mayo tras una operación de espalda. Tras el alta, llamó varias veces quejándose de dolor, dijo Franklin.
El hecho se produjo después de otros dos tiroteos masivos que han dejado atónitos a los estadounidenses y han reabierto un viejo debate sobre el endurecimiento del control a la posesión de armas de fuego y el papel de la salud mental en la epidemia de violencia con armas que asola al país.
Según las autoridades, Lewis compró el rifle semiautomático que llevó al hospital en una armería local a primera hora del miércoles. También llevaba una pistola que había comprado en una casa de empeño tres días antes.
La policía llegó tres minutos después de recibir una llamada a las 2053 GMT sobre un tiroteo en el hospital.
Los agentes entraron rápidamente en el edificio y siguieron el sonido de los disparos hasta el segundo piso, y contactaron a las víctimas y el sospechoso cinco minutos después, dijo el jefe.
Los agentes que se encontraban en el lugar de los hechos afirmaron haber oído un disparo cinco minutos después, que, según Franklin, era el hombre armado que se había quitado la vida.
Con información de Reuters