Las autoridades de Australia indicaron que los caballos salvajes han afectado las especies endémicas de flora y fauna del país.

El Gobierno de Australia ha propuesto un plan para sacrificar más de 10 mil caballos salvajes que se encuentran en el Parque Nacional de Kosciuszko, situado en Nueva Gales del Sur, para salvar las especies de flora y fauna afectadas, así como para mantener el equilibrio del ecosistema.

Un estudio aéreo realizado en 2019, de acuerdo con Australian Alps National Parks, estimó que en Australia hay más de 25 mil caballos salvajes o asilvestrados. La mayoría de estos, también conocidos localmente como brumbies, viven en la región alpina de Australia, situada en la intersección de tres estados: Nueva Gales del Sur, Victoria y el Territorio de la Capital Australiana.

De acuerdo con National Geographic en español , en una primera fase, el gobierno pretende reubicar a la mayoría de caballos salvajes en propiedades privadas, de modo que particulares se comprometan a hacerse cargo de ellos durante el resto de su vida.

Sin embargo, la dificultad y los recursos económicos que conlleva la reubicación de 10 mil caballos salvajes obligan al gobierno a incluir en su plan una medida más drástica: en caso de no cumplir con el cometido por la primera vía, la iniciativa contempla sacrificar a la mayor cantidad de brumbies posible vía aérea, disparándoles desde un helicóptero.

Las autoridades de Australia estimaron que se ha documentado que las pisadas de los caballos salvajes han dañado el frágil entorno alpino y subalpino del Parque Nacional de Kosciuszko, han erosionado sus vías fluviales y han destruido hábitats claves para especies amenazadas como la rana del norte y los peces “galaxias”.

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Sacrificar caballos salvajes causa revuelo entre la comunidad científica

A finales de octubre, un grupo de 41 científicos miembros de la Academia Australiana de Ciencias escribió una carta abierta dirigida al Ministro de Energía y Medio Ambiente de Nueva Gales del Sur.

En ella, los firmantes aseguraron que para proteger a los animales, plantas y el ecosistema nativo, es necesario endurecer las medidas tomadas para reducir la población de brumbies.

Si bien la población está cada vez más informada del daño provocado por las especies invasoras y las medidas de control son respaldadas en su mayoría por la ciudadanía, los expertos consideran que sacrificar a esta cantidad de caballos salvajes es insuficiente para minimizar su impacto en el ambiente

Según las proyecciones de los científicos, el número de caballos salvajes aumenta a un ritmo de 18 % anual y se ha multiplicado más del doble desde 2014 a la fecha.

Con información de adn40.mx