Se cree que el contaminante encontrado en un lote de vacunas contra el COVID-19 de Moderna Inc entregadas a Japón es una partícula metálica, informó la emisora ​​pública japonesa NHK, citando fuentes del Ministerio de Salud.

Japón suspendió el jueves el uso de 1,63 millones de dosis de la vacuna de Moderna, más de una semana después de que el distribuidor nacional recibiera informes de contaminantes en algunos viales.

El informe de la NHK publicado en la noche del jueves citó al ministerio diciendo que la partícula reaccionó a los imanes, por lo que se sospecha que es un metal.

Moderna lo ha descrito como «material particulado» que no plantea problemas de seguridad o eficacia.

Un empleado muestra la vacuna Moderna COVID-19 en el hospital Long Island Jewish Valley Stream de Northwell Health en Nueva York. Foto: REUTERS

El funcionario del Ministerio de Salud a cargo de los asuntos relacionados con las vacunas no estuvo disponible de inmediato cuando fue contactado por Reuters. El ministerio indicó que la suspensión es una precaución.

No obstante, la medida llevó a que varias empresas japonesas cancelaran la vacunación de sus trabajadores y el regulador europeo de medicamentos puso en marcha una investigación.

La compañía farmacéutica española Rovi, que embotella vacunas Moderna para mercados distintos a Estados Unidos, dijo que la contaminación podría deberse a un problema de fabricación en una de sus líneas de producción y estaba realizando una investigación.

Un trabajador de la salud prepara una jeringa con la vacuna Moderna COVID-19 en un sitio de vacunación. Foto: REUTERS

El gobierno japonés no ha revelado cuántas inyecciones del lote contaminado habían sido administradas ya. Kyodo News dijo que se administraron al menos 176.000 inyecciones, según su propio recuento de cifras informadas por los municipios locales.

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Con información de Reuters.