Un padre mató supuestamente a sus dos hijas pequeñas en su casa antes de arrojar sus cuerpos al mar frente a la isla española de Tenerife, según una investigación judicial preliminar publicada el sábado sobre el caso que conmocionó a la nación.
La desaparición de las niñas provocó airadas manifestaciones en ciudades de toda España el viernes.
«Toda España está conmocionada, todo nuestro apoyo a las familias, cuyo dolor es absolutamente insoportable e inimaginable. Toda nuestra repulsa a la violencia vicaria, a la violencia machista que algunos siguen negando», dijo el presidente, Pedro Sánchez, durante una visita a Costa Rica el viernes.
Tomás G., que se encuentra desaparecido, es el principal sospechoso de la desaparición de Olivia, de 6 años, y Anna, de 1, después de que no devolvió a las niñas a su madre como estaba acordado a fines de abril.
Un tribunal emitió el sábado una orden de captura internacional como sospechoso por dos cargos de homicidio agravado y uno de violencia doméstica.
El sospechoso mató a las niñas en su casa en Tenerife el 27 de abril, según un documento judicial. Al parecer, llevó sus cuerpos en su auto hasta su bote y los arrojó por la borda envueltos en toallas y colocados en bolsas de deporte alrededor de las 2230 hora local de esa misma noche.
El plan del acusado era «provocar a su expareja el mayor dolor que pudo imaginar, al colocarla de forma deliberada en la incertidumbre acerca de la suerte o destino que habían sufrido en sus manos Olivia y Anna», indicó el documento judicial.
El cuerpo de Olivia fue hallado el jueves en una bolsa de deporte lastrada con un ancla a una profundidad de 1.000 metros, cerca de donde se encontró el bote de su padre a la deriva. Una segunda bolsa de deporte encontrada en el lugar estaba vacía, según un comunicado del tribunal.
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Tras deshacerse de los restos de sus hijas, Tomás G. regresó al puerto en su bote, pero fue detenido por un barco patrullero de la policía por violar el toque de queda por coronavirus, dijeron los investigadores. Salió del puerto en su bote nuevamente después de la medianoche del 28 de abril y no ha sido visto de nuevo, dijeron.
Una autopsia determinó que Olivia murió de un edema pulmonar, según el Tribunal Superior de Canarias.