Este viernes arribó al país el cuerpo de la primera víctima de los 22 migrantes guatemaltecos que intentaban llegar a los Estados Unidos pero en el trayecto fallecieron adentro de un furgón localizado en San Antonio Texas, el pasado 28 de junio.
Familiares de Pascual Melvin Guachiac Sipac, de 13 años, lo esperaron con sentimientos encontrados, entre llanto y palabras entre cortadas al compartir la historia de este pequeño. Su padre Casimiro Guachiac Suy, dijo que son originarios de la aldea Socobal del municipio de Nahualá, Sololá.
«No tengo palabras… nada más, si me está escuchando que me perdone por si le faltó algo, pero él sabe lo que yo hice por él…» expresó Guachiac con cabeza cabizbaja.
El niño tenía grandes aspiraciones en la vida, una de ellas era viajar hacia los Estados Unidos para buscar mejores condiciones de vida y sacar de la pobreza a su familia, sin embargo; ese sueño se convirtió en una pesadilla que terminó con muerte.
Los familiares que viajaron desde su lugar de origen compartieron que recordaran a Pascual como un buen hijo, pues lo describieron por ser amable con sus vecinos y a quien le gustaba jugar futbol.
Don Casimiro relata que su hijo percibió la pobreza y la falta de oportunidades en su natal Nahualá y quería superarse en aquel país para comprar una casa. «De donde soy nada más gano Q60 al día y él me dijo que iba a juntar dinero para hacer una casa, terrenos, sus cosas y por eso me dijo que se iba a Estados Unidos» afirmó.