Elida Pérez se salvó de quedar sepultada pero sus papás y su hijo de 14 años resultaron con fracturas al caerles el techo y las paredes de la casa.
Los gritos de auxilio alertaron a los vecinos quienes la ayudaron a rescatar a sus seres queridos.
Doña Élida aún está pagando el préstamo que pidió para construir su casa, pero ahora todo quedó reducido a escombros porque el terreno desapareció y la construcción es obsoleta.
Pérez junto a su familia deben empezar desde cero en otro lugar que le fue arrebatado por la fuerza de la naturaleza.