La Defensora de la Salud de la Procuraduría de los Derechos Humanos, Zulma Calderón, realizó una supervisión nocturna al área CAPERE I, del Hospital General San Juan de Dios, para dar seguimiento a los pacientes de dicha unidad.

El área de CAPERE es un servicio especializado para la atención de pacientes con COVID-19 en dicho centro hospitalario, el cual ha sobrepasado el 100% de su ocupación original.

De acuerdo con Calderón, en CAPERE I , se encuentran habilitadas 20 camas, sin embargo en los últimos días han ingresado hasta 70 pacientes quienes se han encontrado en sillas, camillas y bancas. 

El total de unidades cuenta con 104 camas, sin embargo se han encontrado con 180 camas por lo que se ha rebasado la capacidad de atención a pacientes. En dicha unidad se encuentra un total de 60 pacientes en condición delicada. 

Otro de los hallazgos indicados por la defensora se menciona que solo hay 3 médicos residentes, quienes se distribuyen la atención de 20 pacientes cada uno. Hay un solo terapista respiratorio, 4 auxiliares de enfermería y una profesional.

También se encontró que hacen falta tomas de oxígeno, ventiladores, monitores y bombas de infusión. Esta unidad cuenta con desabasto de los medicamentos tocilizumab y remdesivir, propofol y vencuronio.

Ante esta situación los familiares compran el tratamiento de tocilizumab entre Q10 mil y Q14 mil. 

Según registros en este servicio han fallecido 450 pacientes en lo que va del año. 

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Con información de Arlett González.