Esta linda actividad está a cargo de la Estación Biológica El Banco de Fundaselva, la cual tiene el objetivo de proteger y conservar tortugas, así como promocionar el turismo interno y externo. 

Juan Hidalgo, fundador del tortugario nos contó que los recolectores dejan los huevos de parlama y de esta forma se conserva la especie. Las parlamas hembras regresan tras 10 años a depositar sus huevos en la playa. 

Esta actividad es importante porque facilita su llegada a la superficie y después al mar, así como aumenta las probabilidades de que sobrevivan. 

La mejor forma de liberar tortugas es no tocarlas, si no colocarlas en jícaras, desde donde se sueltan sobre la arena, cerca del agua. 

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