Aunque parezca extraño, esta playa se creó, a partir de los de piezas de automóviles, vidrio y electrodomésticos.
En el año 1949 la playa se llenó y el vertedero se movió al norte a lo que ahora se le conoce como «playa cristal» el nombre en español.
Con el paso del tiempo las olas fueron erosionando vidrio y cerámica, formando pequeñas piezas de colores que cubren la playa de cristal, una lamina de vidrio marina en la cual se puede caminar.
El clima del lugar es cálido durante todo el año, pero desciende la temperatura cuando llega la época de invierno.
En la actualidad es un lugar visitado por miles de turistas para poder observar la variedad de vidrio que se encuentra.
Por ser un lugar único llama la atención de los turistas, siempre y cuando sea una visita con precaución, ya que algunas piezas pueden estar afiladas y se debe tener un calzado adecuado, y así poder evitar accidentes.
Con información de Astrid Barrios