Artabán es el cuarto rey mago que no llegó hasta dónde estaba el niño Jesús, pero ¿quién fue y por qué no llegó a tiempo?
Melchor, Gaspar, Baltazar y Artabán son los nombres de los Reyes Magos, aunque este último es poco conocido en la historia y se cree que no concluyó su viaje a Belén, pero ¿quién era este rey mago ?
Según la historia de los Reyes Magos, estos llegaron un 6 de enero a la ciudad de Belén para conocer al Mesías.
Partieron desde el lejano Oriente y, tras recorrer un largo camino, fueron guiados por la gran estrella de Navidad para llegar al pesebre en el que se encontraba el niño Jesús.
Ahí le dieron al hijo de Dios tres regalos que son: oro (representaba a la realeza), incienso (en honor a la divinidad) y mirra (símbolo de la humanidad.
El cuarto Rey Mago que no llegó a su destino
Pero según Henry van Dyke, quien escribió un cuento de Navidad, titulado ‘El otro rey Mago’, cuenta la historia de Artabán , un rey mago que nunca llegó a su destino .
Mejor dicho, no llegó a tiempo pues, cuando lo hizo, no consiguió encontrar lo que buscaba. Al menos, en primera instancia.
Artabán era un hombre de largas barbas, ojos nobles y profundos que residía en el monte Ushita.
Este rey mago poseía el don de enterarse, por medio del oráculo, de algunos sucesos que para los demás pasaban desapercibidos.
De acuerdo con Van Dyke, Artabán se encontraba en las cuevas del monte Ushita, y poco después de vaticinar la llegada del niño Jesús, recibió un mensaje proveniente de Melchor, Gaspar y Baltazar.
En esa carta, Artabán fue avisado de la buena nueva, en la que se confirmaba la noticia del próximo nacimiento y en la que era invitado a emprender el viaje desde Borsippa, donde se reunirían los cuatro Reyes y serían guiados por una estrella de luz resplandeciente.
Artabán preparó su caballo, escogió delicadamente las ofrendas destinadas al Mesías; un diamante, un jaspe y un rubí y se puso en marcha.
Por qué no llegó Artabán a su destino
Así, cuando llegó al lugar para reunirse con los demás Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar ya habían partido, por lo que reinició su camino en solitario.
Artabán tardó varios días en llegar a Judea, pero el niño Jesús ya no se encontraba allí. Sin embargo, sí vio cómo soldados de Herodes estaban degollando a los más pequeños.
En ese momento él actuó e intercambió el rubí que llevaba por salvar la vida de un niño, lo que le hizo perder la piedra preciosa y ser confinado a prisión durante 30 años.
Pero su historia con Jesucristo no había terminado ahí, pues el mismo Artabán fue puesto en prisión en Jerusalén y tras ser puesto en libertad se encontraba en el lugar el día de la crucifixión de Jesucristo.
En esa precisa fecha tembló la tierra, golpeándolo una piedra y dejándolo inconsciente, y según algunas otras versiones, ese mismo día murió.
Con información de adn40.mx