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Damián Olivera Bergallo es un argentino que solo quería lograr el sueño americano. En 2014, dejó su trabajo y se fue de inmigrante a Estados Unidos, sin saber que unas figuritas de Lionel Messi le cambiarían la vida.

Con el dinero que llevaba se compró un auto para poder vivir en él y no tener que dormir a la intemperie. Trabajaba de lavaplatos y cocinero. Estaba pasando por una etapa muy dura, cuando la fortuna le sonrió.

Fue a un centro de donaciones a buscar ropa usada, cuando se encontró con barajitas o cromos. Todos intentaban llevarse las de la NFL y las de los jugadores de las Grandes Ligas de Béisbol.

Sin embargo, Damián tomó las de fútbol. Consideró que el fútbol o soccer estaba en auge en el país, y que podrían tener algún valor en el futuro. Tomó los cromos de jugadores como Messi, Cristiano Ronaldo y Maradona.

A partir de allí, logró convertirse en el mayor coleccionista de figuritas de Lionel Messi, certificado por la Professional Sports Authenticator (PSA).

“Si hablamos de figuritas certificadas y en perfecto estado, las de menor precio de Messi están en 100 dólares, que son las del período de entre 2016 y 2020. Y una de las primeras de él, en calidad 10, cuesta 250 mil dólares, aproximadamente”, afirmó en una entrevista. 

Ahora este inmigrante que llegó sin nada a Estados Unidos tiene un negocio por el que factura miles de dólares en subastas.

Su historia ha sido una inspiración para miles de inmigrantes que quieren lograr sus sueños y dejan sus países con grandes esperanzas.

Actualmente, Damián es CEO de su empresa de coleccionables, fotógrafo, viaja por el mundo y tiene un perro que es su compañero inseparable y se llama Leo, como el jugador al que le debe su fortuna.