Un grupo de amigos cenó en el nuevo restaurante de Salt Bae en Londres, y la cuenta que pagaron, tuvo un valor que no lo creerás.
Más allá de los exquisitos platos que un restaurante pueda ofrecer, el momento de pagar la cuenta puede arruinar toda la experiencia. Esto mismo les pasó a un grupo de amigos en Londres, Inglaterra, cuando fueron a un nuevo restaurante de Salt Bae.
Salt Bae, el excéntrico chef que se hizo famoso
Salt Bae es el nombre artístico con el que se hizo popular el dueño de una cadena de restaurantes. El curioso apodo surgió cuando el joven Nusret Gökçe se volvió viral al ponerle sal a un corte de carne, con un gesto muy particular.
Gracias al extraordinario éxito y marketing que obtuvo, la cadena de restaurantes se ha expandido en diferentes países, y hace poco abrió un local en Londres, Inglaterra.
El famoso empresario y chef acudió en persona para la inauguración del restaurante Nusr-Et Steakhouse London, donde prepara platos de primera calidad con algunas excéntricas recetas.
Uno de sus platos más populares, y que el grupo de amigos ordenó la noche del 8 de octubre, es el filete “Tomahawk”, un corte de res bañado en oro de 24 quilates que alcanza un precio de Q9 mil, u 850 libras esterlinas.
La cuenta de restaurante de más de un trescientos mil quetzales
El grupo de amigos, intrigados por la apertura del nuevo restaurante de Salt Bae, acudió para una noche de disfrute. Ordenaron el famoso bistec, papas fritas, ensaladas, vinos de alta calidad e incluso dos botellas de Dom Pérignon.
Si bien sabían que la cuenta iba a ser alta, nunca imaginaron lo que debían pagar, y cuando el mozo la trajo, no pudieron disimular su sorpresa: 37 mil libras esterlinas, lo que equivale a Q.393 mil 861.13
La historia se volvió viral en las redes sociales, y muchos han comenzado a debatir al respecto sobre si vale la pena gastar ese valor en un bistec, ensaladas, vino y champagne.
Lo cierto es que Salt Bae diseña sus platos con los ingredientes de la más alta calidad, sus exorbitantes precios no son desconocidos. Esto se debe también a la atención que brindan los meseros y la fama a nivel mundial que poseen. El debate está lejos de terminar, pero algo seguro es que este grupo de amigos no volverá al restaurante, después de pagar cuenta.
Con información de adn40.mx