Al menos 127 personas han muerto y 180 han resultado heridas en los disturbios producidos durante la disputa de un partido de fútbol en Indonesia. Se enfrentaban el Arena FC y Persebaya Surabaya, en Kanjuruhan, Indonesia, cuando se produjo una invasión de campo que obligó a la Policía a intervenir. La situación se volvió caótica y derivó en una auténtica masacre.
El grave altercado se produjo cuando los hinchas del Arema FC entraron al terreno de juego tras la derrota de su equipo 2-3 ante el Persebaya Surayaba, en el estadio Kanjuruhan. La policía intentó reprimir la invasión de campo, utilizando incluso botes de humo. Los aficionados comenzaron a correr despavoridos produciéndose una montonera que desembocó en masacre. Caídas, gritos de personas pidiendo auxilio… La escena era dantesca. Muchos de los fallecidos quedaron atrapados sin poder moverse y murieron asfixiados o pisoteados por la turba. Unas imágenes que recuerdan a la tragedia vivida en el estadio Heysel en la final de la Copa de Europa de 1985.
La cuenta de Twitter de Persebaya escribió: «La gran familia de Persebaya expresa su más sentido pésame por la pérdida de vidas tras el partido Arema FC vs. Persebaya. Ninguna vida vale fútbol Alfatihah por las víctimas. Y que la familia dejada atrás tenga fortaleza».
La Liga suspendió todos los partidos del fin de semana y ya se informó que el Arema no volverá a jugar con público en lo que resta del campeonato.
La Asociación de Fútbol de Indonesia ha emitido un comunicado de condolencia para los familiares de las víctimas. «Nuestro más sentido pésame por el incidente que les sucedió en el Estadio Kanjuruhan, Malang. Que los difuntos y encuentren el mejor lugar y la familia doliente pueda recibir fortaleza».