El legendario mediocampista culé tomará las riendas de un equipo que necesita revertir por completo su situación actual para volver a estar entre los mejores de Europa.

Después de muchos idas y vueltas en las negociaciones con los dirigentes qataríes del Al Sadd, finalmente Xavi Hernández se convirtió en el entrenador del FC Barcelona tras pasar 17 temporadas dentro del club como futbolista, en el que se transformó en el jugador con más partidos disputados en la historia (767), solo por detrás de Lionel Messi (778).

El 6 de noviembre la institución culé concretó su fichaje y comenzó a llenar su página y redes sociales de fotos, videos y textos haciendo referencia a la llegada del legendario ex mediocampista culé al banco de suplentes, una contratación con la que Joan Laporta espera revertir el mal momento que atraviesa el club.

 

Cerca de 10 mil aficionados se hicieron presentes en el Camp Nou, que abrió sus puertas cerca de las 10:30 GMT, para recibir con esperanzas al nuevo entrenador quien, en una entrevista previa al inicio del evento con Barça TV, aseguró: “Me dejaré la vida para que esto funcione”.

Alrededor de las 13:30 (hora local), y después de un breve retraso, Xavi volvió a sentir el calor de los fanáticos del Barcelona al salir desde el túnel de vestuarios en medio de los cánticos que supo escuchar durante su larga carrera como futbolista culé. Bajo el himno del Barcelona, el ex mediocampista pisó nuevamente el Camp Nou acompañado de Joan Laporta.

“Muchas gracias. No quiero emocionarme, pero estoy muy ilusionado. Me puso la piel de gallina. Como ya lo he dicho aquí, somos el mejor club del mundo y trabajaré con mucha exigencia para cumplir con las expectativas. El Barcelona no se puede empatar ni perder, hay que ganar cada partido. Muchas gracias y visca Cataluña”, fue su primer discurso ante la afición.

“Estamos en una situación difícil como club, económica y deportiva y los necesitamos más que nunca”, le pidió Xavi a los fanáticos que en todo momento mostraron su felicidad por la nueva contratación.

Posteriormente, el máximo directivo y el nuevo entrenador se dirigieron a un escritorio que estaba ubicado al costado del escenario para estampar sus firmas en el contrato que une al ex futbolista con la entidad hasta junio del 2024. Un detalle que nunca se había hecho con ningún entrenador en el pasado.