Los Juegos Olímpicos son una fuente inagotable de historias, de triunfo y de curiosas anécdotas, en este caso, el ingenio y la improvisación dieron el triunfo a una atleta australiana.
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Nuestra protagonista en esta historia es Jessica Fox, remera australiana, quien ganó la medalla de bronce en Tokio 2020, en la especialidad de piragüismo slalom.
Esta victoria fue gracias a su astucia e improvisación, ya que al llegar a la ronda final se quebró la punta de su kayak, y la logró arreglar con un preservativo.
«Apuesto a que no sabían que los condones pueden usarse para reparaciones de kayak», dijo en broma Fox en sus redes sociales.
El momento en el que su kayak se quebró era el más inoportuno porque debía registrar un buen tiempo, y no podía conducir así.
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A pesar del contratiempo, la australiana quedó tercera, aunque llevaba buen tiempo ya que el atraso la penalizó cuatro segundos, de no ser por esto se hubiera quedado con el oro.
Fox no se conformó con el bronce, ya que el siguiente evento en el que participó, canoa femenino, se llevó la máxima presea. Sin duda, es una ganadora nata.
