Desolados y sin encontrar respuesta a su tragedia, así se encuentran los familiares en Guatemala de las cinco víctimas mortales del incendio ocurrido en Spring Valley, Estados Unidos el pasado fin de semana.
En total fueron cinco los fallecidos, uno de ellos con apenas 4 meses de haber llegado a Estados Unidos, con el propósito de buscar mejores condiciones de vida para sus hijos, propósito que ya no podrá cumplir.
Los fallecidos son originarios de la aldea Canapará, en el municipio de Jocotán, departamento de Chiquimula, donde se espera que en un aproximado de tres semanas lleguen los féretros de los fallecidos para darles cristiana sepultura.
La comunidad se encuentra consternada y varios hogares se visten de luto, mientras esperan la ayuda del consulado para agilizar la repatriación de los restos de sus familiares, mientras ruegan por la recuperación de un sexto miembro de la familia que se encuentra hospitalizado en aquel país.
