En promedio Guatemala reporta a diario un caso de femicidio. La mayoría son precedidos por la desaparición y violencia doméstica contra la mujer, como sucedió con Luz María López Morales.
El sueño de Luz María era trabajar en el Ministerio Público, pero la emoción le duró solo unos cuantos meses pues a pocos metros del lugar en el que ella laboraba, su cuerpo fue encontrado sin vida.
Sin duda, para Ada Morales el 2021 es un año que la dejará marcada para toda la vida.
Su hija, Luz María, fue reportada como desaparecida el 20 de enero y dos días después, su cuerpo fue encontrado con señales de tortura, pero lo más difícil fue enterarse que el asesinato, había sido cometido por el esposo de su hija.
Fue en 2017 cuando Luz María conoció a Jorge Rafael Zea Mejía, quien a los 7 meses se convirtió en su esposo. En marzo de 2019 nace su hija Alice.
Ada nunca imaginó que su hija pudiera convertirse en una menos. En varias ocasiones, Luz volvió a casa de sus padres, pero no tuvo el valor de separarse por completo de la relación. La última vez que lo intentó fue en diciembre del año pasado.
«Ella deja el carro ahí, pone el freno de mano venía con ginas, le da las llaves a mi hijo y le dice parquea el carro, se baja y entra y le digo ¿qué paso Lucita? Ay mama, me dijo, ya no puedo vivir con él, ¿Por qué qué pasó? Es que fíjate que es muy celoso», indicó Ada Morales, madre de Luz María.
Denuncia
Semanas antes de su muerte, Luz María relató a su madre como Jorge la golpeaba y violentaba de diferentes formas. Ada insistió a su hija en que se separara de la relación, pero nunca tuvo éxito.
«Te acordás que en el mes de octubre me quebré la mano, sí, vos me dijiste que te habías caído, no me caí, él me pegó, me quebró la mano, dice un compañero del trabajo que afuera del trabajo le quebró la mano y el hombre afuera dice que desde las dos y media, tres y media estaba afuera esperando y ese día va de llamar y llamar y llamaba, ya voy, ya voy y cuando ella salió dice que se le deja ir y le agarró la mano y ¿Está bien Rocío? dice que le dijo uno de los compañeros, sí no tenga pena y soltame y ella se agarraba la mano«.
El lunes 18 de enero, Luz María llamó a Ada para solicitarle dinero para comprar leche para su hija sin embargo, nunca llegó.
«Pasó el martes, como a las 10:10, 10:05 de la noche ella me manda unas fotos, pero yo creo que ya no era ella». Al día siguiente miércoles 20 de enero, Jorge, esposo de Luz María, llamó a Ada para indicarle que no sabía del paradero de su esposa».
«Él me dijo que la había llevado a trabajar el miércoles y que no le contestaba y que ya había preguntado y que no le daban razón, que no le querían dar razón».
Durante dos días, Ada buscó debajo de la última piedra. Incluso en terrenos baldíos cercanos a la casa en la que residía Luz María en la zona 1 de Mixco. Hasta que se le notificó de un cuerpo que había sido encontrado en un tragante cercano al Hipódromo del Norte.
«Yo la ví cuando yo la reconocí pues no tenía uñas, le faltaban tres uñas, estaba estrangulada, quemada, acuchillada, estaba muy muy dañada, muy golpeada, tenía partida la cara hasta aquí, el ojo hinchado, la ha de haber golpeado mucho verdad y no fue suficiente, la quema viva fue bien difícil reconocer a mi hija en ese estado, jamás me imagine como le repito, recordé en ese momento aquel libro que le compré, esa muerte donde estaba una persona igual con un lazo en el cuello, con los ojos salidos, quemada, cuando yo reconozco a mi hija de esa manera se me viene a la mente ese libro y pensar que el único que lo había visto era él no había nadie más».
Jorge Zea es el principal sospechoso de la muerte de Luz María por lo que se encuentra en prisión preventiva. Su hija, la pequeña Alice, ha vivido con Ada desde la muerte de Luz.
«Hoy esta cruz es el recuerdo de una madre, hija, hermana, nieta, sobrina y amiga que siempre fue luz para sus seres queridos».
Audiencia será el 17 de diciembre
A decir del abogado que lleva el caso de Luz María, se tienen las pruebas suficientes para que en un solo debate se determine la responsabilidad de Jorge Rafael Zea.
No obstante, los procesos judiciales usualmente demoran varios meses y en ocasiones años, debido a que entre las estrategias que utilizan los señalados se incluye interponer recursos legales para retrasar las audiencias.
A la fecha, Jorge Zea permanece en prisión preventiva, pues la jueza determinó que había indicios suficientes para que fuera ligado a proceso.
La próxima audiencia se tiene prevista para el 17 de diciembre en la que se espera que el Ministerio Público presente todos los exámenes clínicos, escuchas telefónicas, videos de cámaras de vigilancia y demás medios de prueba que determinan su culpabilidad.