El Salvador es uno de los países en la mira de organizaciones internacionales por sus duras leyes contra las mujeres que abortan.

Nayib Bukele ha dado un portazo a la lucha de las mujeres para lograr la legalización del aborto en El Salvador, país con una de las legislaciones más duras sobre el tema en el mundo. El presidente ha informado de que retiró de una propuesta de reforma constitucional que debe discutir la Asamblea Legislativa que él controla, la posibilidad de legalizar el aborto terapéutico, la eutanasia y el matrimonio igualitario, una de las luchas que por décadas han mantenido colectivos feministas y LGBTI en el país centroamericano.

“He decidido, para que no quede ninguna duda, no proponer ningún tipo de reforma a ningún artículo que tenga que ver con el derecho a la vida, con el matrimonio o con la eutanasia”, informó el mandatario.

Bukele acusó a la oposición de “esparcir rumores y una campaña sucia” sobre la reforma constitucional. Según el mandatario fueron sus opositores quienes difundieron la idea de que en el documento preparado por el Gobierno se incluía una agenda abiertamente progresista. “Ustedes me conocen desde hace muchos años y saben que no propondría ninguna de esas cosas, por más presiones internacionales que tenga”, ha afirmado el mandatario, haciendo referencia a los organismos internacionales, como Naciones Unidas, que tienen en la mira a su país por sus duras leyes contra las mujeres que abortan.