Miles de salvadoreños salieron a las calles el miércoles (15 de septiembre) para protestar contra el presidente Nayib Bukele, a quien acusan de una toma de poder para debilitar las instituciones democráticas y consolidar su control sobre el poder.
El centro de sus quejas es la reciente ley que hizo al Bitcoin moneda de curso legal junto con el dólar estadounidense y el reemplazo en Mayo de los jueces de la Corte del Tribunal Supremo, entre los que se encontraban lo juristas más altos en el país, como el entonces fiscal general.
Reemplazos vistos como amigables a Bukele rápidamente votaron, lo que generó duras críticas de los Estados Unidos así como de derechos internacionales señalando los movimientos como una toma de poder.
Los manifestantes, que destrozaron un cajero automático donde se pueden intercambiar bitcoins por dólares, también reprendió a un fallo judicial diciendo que el presidente puede servir a dos períodos consecutivos, abriendo la puerta a Bukele para presentarse a las reelecciones en el año 2024.
Unas 4.500 personas, incluidos sindicatos, estudiantes universitarios, trabajadores de la salud, agricultores, abogados, grupos LGBTQ, comunidades indígenas y miembros de los políticos de la oposición salieron a las calles, según estimaciones del organizador y un testigo de Reuters.
No hubo una estimación del gobierno sobre la magnitud de la marcha.
Los manifestantes blandieron pancartas con consignas como «Bukele Dictador» y gritaron la renuncia del polarizador líder de 40 años.
Bukele, que ha sido criticado por el envío de soldados y policías para ocupar el Congreso en 2020 como una forma de presión a los legisladores, antes de que su partido obtuvo una mayoría en el legislativo, había anunciado una comparecencia por la noche.
Aun así, una encuesta reciente del diario La Prensa Gráfica mostró que el 85,7% de las 1.506 personas encuestadas en todo el país en la segunda quincena de agosto aprobó al presidente.
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Con información de Reuters.