La Defensoría de las Mujeres Indígenas presentó un informe sobre la inversión pública y los avances que ha tenido Guatemala en el cumplimiento de derechos a favor del sector.
A decir de la encargada de la institución, según datos de los censos de 2002 y 2018; en ese período hubo un deterioro en las áreas rurales que tienen acceso a agua potable, es decir, que disminuyó la cantidad de comunidades que gozan del servicio.
Además, a la fecha las mujeres en el interior del país siguen dependiendo económicamente de los hombres, lo que les imposibilita tener un empoderamiento y una garantía a sus derechos constitucionales.
Agregó que la inversión pública no ha priorizado a los pueblos indígenas por lo que es importante que los grupos de la sociedad civil, sector empresarial y población en general se unan para mejorar la calidad de vida de este grupo de la sociedad.
«Necesitamos innovar en el país, apostar a la mujer en la inversión y debe de ser integral desde el nivel educativo, de justicia y de economía. Ya que con el trabajo que realiza la Defensoría de la Mujer Indígena nos hemos dado cuenta que uno de los factores que la mujer no logra salirse del círculo de la violencia es la dependencia económica, entonces debemos apostarle al empoderamiento económico», indicó Lilian Xinico, defensora de Mujeres Indígenas.
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