Un presunto atacante suicida se inmoló el jueves en las afueras del aeropuerto de Kabul, en un hecho que dejó al menos 13 muertos, incluyendo niños, dijo un funcionario talibán, después de que Estados Unidos y sus aliados instaran a los afganos a abandonar la zona por una amenaza del Estado Islámico.
El funcionario informó que muchos guardias talibanes resultaron heridos.
En tanto, un funcionario estadounidense dijo que había miembros del servicio estadounidense entre los heridos. Añadió que había víctimas, pero no sabía cuántas ni de qué nacionalidad.
En los últimos días, miles de personas se han reunido frente al aeropuerto. Las tropas de los países occidentales se apresuran a evacuar a los extranjeros y afganos que ayudaron a los países occidentales durante la guerra de 20 años contra los talibanes, y a salir ellos mismos antes de la fecha límite del 31 de agosto.
El secretario de prensa del Pentágono, John Kirby, dijo que se había producido una explosión y que no estaba claro si había víctimas.
Un diplomático occidental en Kabul había dicho antes que las áreas fuera de las puertas del aeropuerto estaban «increíblemente llenas» de nuevo a pesar de las advertencias de un posible ataque.
Todavía no había muchos detalles sobre el atentado, pero los países occidentales han estado advirtiendo de un posible ataque de militantes del Estado Islámico.
Los talibanes, cuyos combatientes vigilan el perímetro exterior del aeropuerto, son enemigos de la filial afgana de Estado Islámico, conocido como Estado Islámico Khorasan (ISIS-K), en referencia a un antiguo nombre de la región.
«Nuestros guardias también están arriesgando sus vidas en el aeropuerto de Kabul, también enfrentan una amenaza del grupo Estado Islámico», dijo un funcionario talibán, que habló bajo condición de anonimato.
Mientras las tropas occidentales en el aeropuerto trabajaban para que la evacuación avance lo más rápido posible, miles de personas seguían concentrándose fuera, tratando abandonar un Afganistán gobernado por los talibanes.
En una alerta emitida el miércoles por la noche, la embajada de Estados Unidos en Kabul aconsejó a los ciudadanos que evitaran viajar al aeropuerto y dijo que quienes ya estaban en las puertas debían irse de inmediato, citando «amenazas a la seguridad» no especificadas.
En un aviso similar, Reino Unido pidió a la gente que se alejara del área del aeropuerto. Su ministro de las Fuerzas Armadas, James Heappey, dijo que la inteligencia sobre un posible ataque suicida con bomba por parte de milicianos del Estado Islámico se había vuelto «mucho más firme».
«No puedo enfatizar lo suficiente lo desesperante de la situación. La amenaza es creíble, es inminente, es letal. No estaríamos diciendo esto si no estuviéramos realmente preocupados por ofrecer a Estado Islámico un objetivo que es simplemente inimaginable», afirmó Heappey a la radio BBC.
Washington investiga
Funcionarios estadounidenses creen firmemente que el grupo Estado Islámico-Khorasan estuvo detrás del ataque en el aeropuerto de Kabul, dijo el jueves una fuente familiarizada con reuniones informativas del Congreso sobre Afganistán.
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Una segunda fuente del gobierno de Estados Unidos familiarizada con las actividades de inteligencia dijo que, si bien Washington aún está investigando, el ataque al aeropuerto tiene «todas las características» de un atentado del Estado Islámico-Khorasan.