El 16 de julio de cada año, los creyentes católicos celebran a la Virgen del Carmen, la que es considerada como patrona de varias ciudades y países. En nuestra capital tiene el honor de contar con la iglesia más antigua de la ciudad, ubicada en el Cerrito del Carmen, entre las zonas 1 y 2.
El Cerrito del Carmen es un lugar lleno de leyenda e historias, es un sitio muy antiguo que existía desde antes de que fuera trasladada la ciudad en 1776.
Desde finales del siglo XV cuenta la leyenda, que Santa Teresa de Jesús envió a América varias imágenes de la Virgen María, una de ellas vino al país de manos de un religioso llamado Juan Corz, quien se trasladó desde el viejo continente a América en un barco llamado María Fortaleza.
Al llegar a Guatemala se instaló en un valle que se denominaba en ese entonces como «De las Vacas» ya que era una tierra eminentemente ganadera y había un río con ese nombre. Corz traía la valiosa carga consistente en una imagen de la Virgen, que acoge bajo su manto a frailes y monjas de la orden de los Carmelitas.
Los pocos habitantes del valle, comenzaron a rendirle veneración en las inmediaciones de lo que es hoy el Puente Belice. Ahí existe todavía una cueva donde se cree estuvo la imagen antes de tener su templo en el cerro.
En 1620 se tiene constancia de la construcción de una iglesia en la cima del Cerrito, al principio era pequeña y modesta. Luego en 1745 un religioso, Juan José Morales, construyó un templo formal, similar al que podemos admirar hoy en día.
El templo está diseñado como si se tratara de una fortaleza medieval, sobre todo en sus torres, esto se debe a la leyenda de que la imagen vino en el barco llamado María Fortaleza. En su interior se admira un hermoso retablo dorado en estilo barroco que guarda en su interior a la imagen de la Virgen del Carmen.
Esta pequeña, ya que no mide ni un metro, pero hermosa imagen está vestida con un traje de plata sobredorada, y está enmarcada con una chispa o ráfaga de rayos con una corona imperial y una cruz, tiene unos detalles minuciosos que la hacen única.
Esta imagen fue robada en el 2001 causando consternación ya que se temía que nunca volvería a aparecer. Sin embargo en el 2003 fue localizada en una humilde casa de Chimaltenango, ya que un campesino la había encontrado tirada en una cuneta. El hecho se considera un milagro, porque además de ser un ícono religioso, ha sido testigo de como ha evolucionado la capital.
En el Cerrito, se mezcla la leyenda con la historia, se dice que en este lugar deambulan personajes de la tradición oral como el Cadejo, el Sombrerón y la Siguanaba. Hoy es un espacio familiar donde se puede admirar el paisaje y conocer un trozo de nuestra historia.
Lea también: Papa Francisco nombra dos nuevos obispos para Guatemala