GINEBRA, Suiza, 16 jun (Reuters) – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, le preguntó el miércoles al presidente ruso Vladimir Putin cómo se sentiría si alguien llevara a cabo un ataque cibernético contra los oleoductos rusos, una consulta puntual durante la cumbre entre ambos que ilustró la amplitud de sus desacuerdos.
La consulta se refería al ciberataque que provocó el cierre de las operaciones de Colonial Pipeline Co durante varios días en mayo, impidiendo que millones de barriles de gasolina, diésel y combustible para aviones fluyeran desde la costa del golfo de México a la costa este de Estados Unidos.
Ambos líderes describieron su primera cumbre en un villa suiza a la orilla del lago Lemán como profesional, en lugar de amigable, y dijeron que se pusieron de acuerdo para que haya conversaciones entre funcionarios de menor rango sobre ciberseguridad y control de armas, además de enviar a sus embajadores de regreso a sus capitales.
Pero no lograron ocultar sus diferencias en temas como derechos humanos, donde Biden dijo que las consecuencias para Rusia serían devastadoras si el encarcelado crítico del Kremlin Alexei Navalny muere, o en materia de ciberespacio, donde Washington ha exigido a Moscú que frene los ataques de ransomware provenientes de territorio ruso.
Si bien dijo que no había amenazado a Putin en su conversaciones, que un alto funcionario estadounidense reveló que habían durado alrededor de tres horas, Biden dijo que había hecho una pregunta teórica a su par ruso sobre los peligros de los ciberataques.
«Lo miré y le dije cómo te sentirías si un ransomware toma los ductos de sus campos petroleros. Él dijo que eso podría ser un problema», reprodujo Biden a periodistas en una conferencia de prensa individual y no conjunta, una señal de tensión entre los dos países.
Biden le dijo a Putin que la infraestructura crítica debería estar «fuera de los límites» de los ciberataques y sostuvo que la lista de organizaciones que deberían estar fuera de esos límites incluían 16 sectores que no identificó.
En declaraciones previas a periodistas, Putin mostró poco interés en los compromisos, al desestimar las preocupaciones de Washington sobre Navalny, sobre el aumento de la presencia militar de Rusia cerca de la frontera este de Ucrania y respecto de las sugerencias de Estados Unidos de que piratas informáticos rusos son responsables de los ciberataques contra el país.
Putin, de 68 años, calificó a Biden, de 78, un útil y experimentado socio, y dijo que hablaban «el mismo idioma», pero agregó que no hubo amistad, más bien un diálogo pragmático sobre los intereses de sus dos países.
Talks between the leaders of Russia and the United States started in Geneva https://t.co/a9x4qrlSIn pic.twitter.com/tYMxQmmqwQ
— President of Russia (@KremlinRussia_E) June 16, 2021
Biden comentó que le había dicho a Putin que «necesitamos algunas reglas básicas sobre el camino que todos podemos seguir».
La programación de conferencias de prensa separadas mostró que no hubo la jovialidad que acompañó a la reunión de 2018 entre Putin y el predecesor de Biden, Donald Trump. Tampoco hubo comida conjunta.
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En un comunicado conjunto emitido después de las conferencias de prensa, las dos partes dijeron que la reunión demostró que eran capaces de avanzar en objetivos compartidos incluso en períodos de tensión.
Estados Unidos y Rusia dijeron que emprenderán un proceso integrado de diálogo bilateral (…) para sentar las bases para futuras medidas de control de armas y reducción de riesgos, y que las conversaciones comenzarán «en un futuro próximo».