La cuesta de enero es el nombre que reciben el conjunto de subidas de precios, tarifas y tasas que suceden al inicio de cada año y que afectan la capacidad de compra de los consumidores. Se trata de aumentos de precios en los productos regulados a diferencia del resto de bienes y servicios.
«La recomendación que suelo dar es reducir el consumo de bienes duraderos, evitar el consumo con tarjetas de crédito, si se trata de consumos de bienes duraderos como dispositivos electrónicos, si no son necesarios», indicó José Albizures, investigador económico de ASIES.
Es importante realizar un presupuesto, analizar las prioridades y hábitos de consumo para minimizar el impacto de los gastos a principios de año. También es necesario priorizar el pago de deudas para evitar generar intereses que perjudiquen más la economía familiar.
«Otra cuestión que hay que tener en consideración es que estamos en un periodo de alta inflación, por causas externas, por lo tanto es preferible mantener el ahorro, o aumentarlo si es posible para el consumo de bienes y servicios básicos», puntualizó el experto.
La cuesta de enero representa un reto para las familias, por ello se recomienda crear un plan de ahorro y administrar las finanzas de manera adecuada evitando los gastos innecesarios.
Con información de Ángel de León.