Un hombre en China recibió una de las mejores noticias de su vida al convertirse en ganador de la lotería en aquel país, pero lo curioso del caso es que decidió acudir por su premio disfrazado con una botarga amarilla.

Ganarse la lotería es el sueño de miles de personas que suponen que podrían darse la gran vida en caso de convertirse en millonarios y resolver todos sus problemas, sin embargo, conseguir un premio de ese tamaño también podría acarrear situaciones indeseables.

Un hombre en China recibió una de las mejores noticias de su vida al convertirse en ganador de la lotería en aquel país, pero lo curioso del caso es que decidió acudir por su premio disfrazado con una botarga amarilla.

De acuerdo con medios locales, este afortunado hombre decidió guardar el anonimato su identidad bajo el sobrenombre de “Sr. Li”, todo esto nada menos para evitar que su familia se enterara de que ahora es millonario.

Y aunque podría pensarse que “Sr. Li”, quien se habría ganado cerca de 220 millones de yuanes (unos 30 millones de dólares) no pretende compartir su premio ni siquiera con sus hijos, más bien quiere darles una lección, pues desea que sus familiares sigan siendo personas sencillas.

Tal parece que este nuevo millonario es una persona generosa, pues de los 220 millones yuanes que se ganó el Sr. Li, donó 5 millones a organizaciones benéficas y pagó 43 millones en impuestos.

Acudir por un premio de la lotería es una práctica común en China y no es discutida por los organizadores quienes respetan esa decisión de los ganadores.