Para algunos guatemaltecos después de la tempestad llega la calma. Las horas de angustia e incertidumbre que vivieron ahora se convierte en jornadas de limpieza.

Así fue para doña Carmelina, ella alquila un cuarto en la zona  afectada, lo único que hizo fue tratar de salvar a sus gallinas.

Varios vecinos de la colonia Imperial vivieron lo que hace dos años los hizo pasar Eta y Iota. Aunque en menor fuerza, las lluvias ocasionaron algunas perdidas materiales. En esta ocasión los habitantes tuvieron tiempo para sacar algunas pertenencias.

Luis y Esmilda tienen un año de vivir en la zona. Sus hijos aguardan en el negocio de la familia mientras ellos limpian los destrozos de Julia.

Fueron cerca de dos días de lluvias. Ahora el clima permite a las familias regresar a casa, en espera que el servicio de agua sea restablecido y así volver pronto a su hogar.

Con información de Luis Armando Lamadrid