Al menos 18 personas murieron ayer durante un extenso operativo policial en una densa favela de Río de Janeiro, dijeron oficiales del estado, en la más reciente escalada de violencia entre grupos armados y efectivos en la segunda ciudad más grande de Brasil.
Equipos de la policía civil y militar de Río de Janeiro allanaron el complejo Alemao para frenar a un grupo criminal sospechoso de estar involucrado en robos de camiones de carga y asaltos a bancos, y que además planeaba ampliar su influencia en sectores aledaños, dijo la policía militar en un comunicado.
El comunicado indicó que participaron alrededor de 400 oficiales, con el apoyo de cuatro aviones y 10 vehículos blindados. Al menos 18 personas murieron, indicó: un oficial de la policía y 16 presuntos delincuentes y una transeúnte.
La impactante cifra de muertes desató denuncias y preocupación por abusos de derechos.
«Hay indicios de graves violaciones a los derechos humanos y la posibilidad de que este sea uno de los operativos con mayor número de muertos en Río de Janeiro», dijo la Defensoría Pública del Estado en un comunicado.
Las fuerzas policiales del estado de Río llevan a cabo regularmente redadas en los barrios pobres de la ciudad. El presidente Jair Bolsonaro ha apoyado durante mucho tiempo las tácticas de mano dura de la policía contra el crimen organizado, diciendo que los delincuentes deberían «morir como cucarachas».
Después del operativo, se pudo ver a residentes amontonando a las personas heridas en la parte trasera de vehículos para llevarlas a hospitales mientras la policía observaba. Gilberto Santiago Lopes, de la Comisión de Derechos Humanos de Anacrim, dijo que la policía se negó a ayudar.
«Tuvimos que llevarlos en un camión de bebidas y luego pedirle a un residente local en su automóvil para llevarlos al hospital», dijo. «(La policía) no tiene como objetivo arrestarlos, sino matarlos, así que si están heridos, piensan que no merecen ayuda».
La policía militar se negó a comentar más allá de su declaración.
Información: Reauters