“El que quiere azul celeste, que le cueste”, frase coloquial que se usa en algunos países y cuyo origen viene de Occidente gracias al lapislázuli.
En América Latina se emplean innumerables frases populares para hacer alusión a diversas situaciones o momentos, algunas de ellas vinieron de Europa y a continuación te decimos cuál es el origen de la frase “El que quiere azul celeste, que le cueste”, ¿alguna vez la has escuchado o la has usado?
Origen de la frase “El que quiere azul celeste, que le cueste”
Esta frase se emplea la mayoría de veces para hacer referencia al esfuerzo que cuesta conseguir ciertas metas u objetivos en la vida, incluso se emplea muchas ocasiones en temas amorosos, principalmente cuando un hombre corteja a una mujer, de ahí que las madres de éstas la usen para señalar que el individuo en cuestión debe esforzarse para conseguir el amor de su amada.
“El que quiere azul celeste, que le cueste” es una frase popular que se ha utilizado desde hace años; sin embargo, se desconoce quién la creó, lo único cierto es que celeste se usa en Europa y África, y se deriva de la complejidad de aclarar la tonalidad del lapislázuli, una gema que se emplea en Occidente para realizar esculturas y artesanías.
El lapislázuli es una hermosa piedra preciosa de color azul que cautivó a las culturas europeas y africanas, sus principales yacimientos se encuentran en Afganistán, Alemania, Angola, Canadá, Chile (Norte), Estados Unidos (California y Colorado), Argentina (Jujuy y Salta), Birmania, Pakistán y Rusia (Lago Baikal).
En la antigüedad, el lapislázuli llegó a ser muy valioso, incluso más que el oro, debido a su complejidad para extraerlo y transportarlo a otras partes del mundo. Su color natural es azul marino, pero convertirlo en azul cielo o celeste demandaba un gran esfuerzo, de ahí que haya surgido la frase “El que quiere azul celeste, que le cueste”.
De acuerdo con México Desconocido y Wikipedia, en la Edad Media, el polvo del lapislázuli se empleada para producir pigmento azul ultramar para los pintores del Renacimiento como Leonardo da Vinci, Alberto Durero y Fra Angélico, quienes incluso lo nombraron como el “oro azul”, ya que su valor en aquel entonces era cuatro veces mayor al del oro.
“El que quiere azul celeste, que le cueste” surgió cuando los pintores encargados de hacer retratos y frescos en las iglesias, tenían grandes dificultades para obtener el color azul celeste, el cual salía de la mezcla del azul ultramarino con blanco; sin embargo, conseguir esta tonalidad no era nada sencilla, de ahí su origen.
Con información de adn40.mx