Los menores de edad han sido un blanco fácil para formar parte de estructuras crimínales. Una institución del Estado brinda detalles del apoyo que les brinda a los niños y niñas que han sido víctimas.
La Secretaria de Bienestar Social tiene a cargo 19 hogares de protección para los menores de edad que han sido violentados, pero dos de esas residencias son para atender a víctimas de la delincuencia común.
De acuerdo con la Secretaria, hay 810 niños y niñas bajo protección y el 10 por ciento de estos son por víctimas a «riesgo de afiliación a pandillas», misma situación que los ha llevado a ser vulnerables a adicción a estupefacientes.
«Nuestro enfoque de atención es integral. En conjunto con equipo multidisciplinario buscamos en todo tiempo a través de un marco ecológico, garantizar la integración e inclusión social de las niñas y niños que se encuentran en cada uno de nuestras residencias. Tenemos el primer proyecto latinoamericano de inclusión laboral de jóvenes en conjunto con la Comisión Portuaria de Guatemala, la Escuela de la Base Naval de la Defensa e INTECAP«, indicó Benjamín Cush, director de protección especial de la SBS
Atención especial
La Secretaria de Bienestar Social ha implementado el programa «Ocio Cero», en el cual los menores realizan deportes y visitan lugares arqueológicos.
«Tenemos un programa y política de «Ocio Cero» donde promovemos el deporte y la recreación. Hemos realizado diversas actividades donde los jóvenes visitan sitios turísticos y arqueológicos de la ciudad de Guatemala, buscando siempre que cada uno de ellos promueva su deporte y recreación para que ejerzan su derecho que tienen y así poder jugar y ser felices«, agregó el funcionario.
Los menores violentados reciben atención psicológica y clases en diferentes materias.