Conforme suben las temperaturas, el cuerpo reacciona activando mecanismos para regular y mantener la temperatura interna. Empieza a equilibrar la carga de calor lo cual aumenta la frecuencia cardiaca para que bombee mejor la sangre hacia la piel y extremidades. Es así como se logra la producción de sudor.
Otro de los mecanismos que ayuda a enfriar el cuerpo y esto evita que colapse por el incremento de temperatura y hay un punto en el que el cuerpo tiene un golpe de calor cuando se ve expuesto a un calor extremo, por una temperatura de 40 grados que provoca fatiga, debilidad, nauseas y existen casos de llegar hasta desmayarse.
Con información de Astrid Barrios.