Se modifican los ritmos eléctricos del cerebro, favorece el dominio de las ondas eléctricas asociadas con la tranquilidad y la receptividad.
A la hora de dormir tu cuerpo experimenta una sensación de bienestar, calma y tranquilidad. Se dilatan los vasos sanguíneos, mejora la circulación y los nutrientes llegan a todas las células.
Es difícil no estresarse, sin embargo se pueden aprender y practicar, técnicas de relajación, esto puede ser por medio de ejercicios de respiración, meditación o escuchar música tranquilizante.
Con información de Astrid Barrios.