Sampson cayó de una torre de caída de 130 metros llamada Free Fall, la cual deja caer a los pasajeros a velocidades mayores a 120 km/h, quedando gravemente herido y minutos después falleció.

Según el testimonio de Shay Johnson, primo del niño,que brindara a medios norteamericanos, Sampson había sido rechazado de otros dos juegos en el parque ICON, debido a su tamaño.

Johnson dijo que habló por teléfono con Tyre justo antes de subirse a la torre Free Fall y le dijo que no lo habían dejado subir: «Dijeron que soy demasiado grande. No puedo montar». 

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De acuerdo con el padre del adolescente, Yarnell Sampson, dijo que su hijo medía 1.95 metros y pesaba 340 libras. «Era un tipo grande». 

Según el manual de operaciones del juego, el peso máximo del pasajero es de 287 libras, por lo que se baraja de que el adolescente no podía haber quedado asegurado correctamente al montar la atracción. 

A pesar de esa teoría, un informe oficial del peritaje señala que el asiento donde estaba Tyre estaba cerrado con llave cuando el juego terminó.

El menor fallecido era un destacado jugador de fútbol americano y sus seres queridos lo describían como » un gigante amable con buen corazón». Días después del accidente le han tributado homenajes y han manifestado que se esclarezca el hecho.