Papa Francisco llamó a la Curia Romana a dar pruebas de “humildad” y “sobriedad” y a huir de la “mundanalidad” y el “orgullo”, en su discurso de Navidad.
Durante su tradicional mensaje de felicitación de la fiesta de Navidad, el Papa Francisco pidió humildad a los miembros de la Curia, que forman el Gobierno de la Iglesia católica, y les animó a trabajar juntos y evitar que se creen “divisiones, facciones y enemigos”.
Papa Francisco recordó que esta ocasión suele servir para dar un repaso de los males que aquejan a la jerarquía católica.
«Es también para cada uno de nosotros un momento de reflexión y de revisión, para que la luz del Verbo, que se hace carne, nos haga ver cada vez mejor quiénes somos y cuál es nuestra misión», mencionó.
En casi nueve años de pontificado, el papa hizo a menudo de este encuentro anual una antología de reprimendas severas. En 2014, enumeró 15 “enfermedades” que aquejan a la Curia, que van del “Alzheimer espiritual” a la “fosilización mental”.
Dejémonos evangelizar por la humildad de la #Navidad, del pesebre, de la pobreza y la esencialidad con la que el Hijo de Dios entró en el mundo. Dejémonos evangelizar por la humildad del Niño Jesús.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) December 23, 2021
En esta ocasión, el Papa destacó que “este tiempo parece haber olvidado la humildad, o haberla relegado a una forma de moralismo, vaciándola de la fuerza desbordante que posee” e indicó a la Curia que “la palabra humildad” es la que más podría ayudarlos.
Lo contrario de la humildad es la soberbia: Papa Francisco
Reunidos en la aula de las Bendiciones, Francisco les puso el ejemplo del Naaman el general enfermo de lepra que aparece en el Antiguo testamento, para indicarles que “cada uno ha de tener la valentía de quitarse la propia armadura, de desprenderse de los ropajes del propio papel, del reconocimiento social, del brillo de la gloria de este mundo, y asumir su misma humildad”.
“Somos todos leprosos. Leprosos en espera de ser curados”, dijo el Papa a los prelados, a quienes recordó que “lo contrario de la humildad es la soberbia” y que “sin humildad no podemos encontrar a Dios ni experimentar la salvación”, y que “sin humildad no podemos encontrar al prójimo”.
A los miembros de la Curia les indicó tres palabras clave: participación, comunión y misión para un “estilo de humildad al que hay que aspirar”.
También les instó a “construir relaciones que vayan más allá del mero trabajo y fortalezcan los vínculos de bien ayudándonos mutuamente”.
Con información de adn40.mx / EFE