La Casa Blanca dijo el viernes que levantará las restricciones de viaje por COVID-19 para los ciudadanos extranjeros totalmente vacunados a partir del 8 de noviembre, poniendo fin a las restricciones extraordinarias que prohibían a gran parte del mundo el acceso a Estados Unidos.

Los pasajeros se registran para un vuelo de Southwest Airlines en el Aeropuerto Internacional de Orlando en Orlando, Florida, EE. UU. Foto: REUTERS / Joe Skipper

Las restricciones a los ciudadanos no estadounidenses fueron impuestas por primera vez a los viajeros que llegaban por aire desde China en enero de 2020 por el entonces presidente Donald Trump, y luego se extendieron a docenas de otros países, sin ningún tipo de criterio claro sobre cómo y cuándo levantarlas.

Las restricciones a los viajes no esenciales en las fronteras terrestres con México y Canadá han estado en vigor desde marzo de 2020 para hacer frente a la pandemia de COVID-19.

Las acciones de las aerolíneas, hoteles y cruceros de Estados Unidos subían tras la noticia, entre ellas American Airlines, que ganaba un 1,9%; Marriott International Inc un 2,2%; y Carnival Corp un 1,3%.

Las restricciones estadounidenses han impedido la entrada a viajeros de la mayor parte del mundo, incluidos decenas de miles de ciudadanos extranjeros con familiares o vínculos comerciales en Estados Unidos.

La Casa Blanca anunció el martes que levantaría las restricciones en sus fronteras terrestres y en los cruces en ferry con Canadá y México para los extranjeros totalmente vacunados a principios de noviembre. Estos criterios son similares, pero no idénticos, a los requisitos anunciados el mes pasado para los viajeros internacionales por vía aérea.

Los visitantes no vacunados seguirán teniendo prohibida la entrada a Estados Unidos desde Canadá o México en las fronteras terrestres.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) dijeron a Reuters la semana pasada que Estados Unidos aceptará el uso por parte de los visitantes internacionales de las vacunas contra el COVID-19 autorizadas por los reguladores estadounidenses o por la Organización Mundial de la Salud.

Pasajeros se reúnen cerca del mostrador de la aerolínea Delta mientras registran su equipaje en el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta, en Atlanta, Georgia, EE. UU. Foto: REUTERS / Carlos Barria 

La Casa Blanca enfrenta algunas cuestiones pendientes, entre ellas cómo y qué exenciones concederá el Gobierno a los requisitos de la vacuna. Se espera que los niños menores de 18 años, por ejemplo, queden exentos de los requisitos, dijo un funcionario.

La Casa Blanca anunció el 20 de septiembre que Estados Unidos levantaría las restricciones a los viajeros aéreos de 33 países a principios de noviembre. En ese momento no especificó la fecha.

A partir del 8 de noviembre, Estados Unidos admitirá a los viajeros aéreos extranjeros totalmente vacunados de los 26 países europeos del espacio Schengen, entre los que se encuentran Francia, Alemania, Italia, España, Suiza y Grecia, así como Reino Unido, Irlanda, China, India, Sudáfrica, Irán y Brasil.

Las restricciones han prohibido la entrada a los ciudadanos no estadounidenses que hayan estado en esos países en los últimos 14 días.

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Estados Unidos ha permitido el acceso a viajeros extranjeros por vía aérea desde más de 150 países durante toda la pandemia, una política que, según los críticos, no tiene mucho sentido porque algunos países con altas tasas de COVID-19 no estaban en la lista de restricciones, mientras que otros de la lista tenían la pandemia más controlada.

Los viajeros aéreos no estadounidenses tendrán que mostrar una prueba de vacunación antes de embarcar en un vuelo, y tendrán que mostrar una prueba reciente de COVID-19 negativa. Los visitantes extranjeros que crucen una frontera terrestre no tendrán que mostrar una prueba de COVID-19 negativa reciente.

Las nuevas normas no exigen que los visitantes extranjeros o los estadounidenses que lleguen al país entren en cuarentena.

Por su parte, los estadounidenses que viajen al extranjero deberán seguir presentando una prueba de COVID-19 negativa reciente, y los estadounidenses no vacunados se enfrentarán a requisitos de pruebas de COVID-19 más estrictos.

También estarán sujetos a restricciones en los países que planean visitar, que pueden incluir cuarentenas. 

Con información de Reuters.