La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, dijo el lunes que se levantarían las restricciones del coronavirus en todo el país, con la excepción de la ciudad más grande de Auckland, ya que el país se enfrenta a un brote de la variante Delta.
Nueva Zelanda había estado en gran parte libre de virus, excluyendo un pequeño grupo de casos en febrero, hasta que un viajero infectado de Australia sembró un brote que llevó a Ardern a imponer el bloqueo nacional la semana pasada.
Ardern, quien dijo que las restricciones se reducirían fuera de Auckland a partir del miércoles (1 de septiembre), continúa con una estrategia de eliminación de la enfermedad.
Aproximadamente 1,7 millones de personas en el área metropolitana de Auckland, el epicentro del brote, permanecerán en un bloqueo total de nivel 4 hasta al menos el 14 de septiembre.
La flexibilización del estado de alerta al nivel 2 desde el nivel 3 en el resto del país permitirá la reapertura de escuelas, oficinas y negocios. También se permitirán viajes regionales.
