El 15 de agosto es una fecha especial para la feligresía católica guatemalteca, pues se celebra a la patrona “La Virgen de la Asunción”. Por segundo año consecutivo las festividades fueron suspendidas debido a la pandemia, pero esto no fue obstáculo para que los feligreses visitaran la Parroquia de Nuestra señora de la Asunción ubicada en la zona 2 de la capital.

En la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción, varios feligreses visitan la imagen de la patrona de Guatemala para interceder por sus familias, agradecer sus bendiciones y para pedir protección a los más afectados por la pandemia.

Los feligreses expresan su nostalgia debido a que por segundo año consecutivo las actividades se han llevado de manera atípica, sin embargo agradecen a la parroquia el permitirles saludar a la virgen en su día.

Víctor Camposano , encargado de la Parroquia Nuestra Señora de la Asunción refiere que para cuidar la salud de los feligreses y cumplir con las disposiciones gubernamentales, se ha limitado la permanencia de los visitantes dentro del recinto y se vigila el cumplimiento de las medidas de bioseguridad.

En las afueras de la Parroquia varios feligreses esperan su turno para ingresar al recinto y mostrar su devoción a la Virgen de la Asunción, patrona de Guatemala.

A las 08:00 horas se realizó una eucaristía, a las 12:15 está programada una misa especial por la ciudad y sus habitantes, a las 17:00 el Santo Rosario y a las 18:00 una eucaristía más.

Luego se llevará a cabo una actividad virtual especial en honor a la Virgen, informó la Parroquia.

A los visitantes, les recordaron tomar en cuenta las medidas sanitarias para evitar contagios de coronavirus, en especial el uso obligatorio de mascarilla y aplicación de alcohol en gel.

Una de las características más importantes de la Virgen patrona de Guatemala es que fue coronada por San Juan Pablo segundo en el año 1996, pero esa corona fue robada en años posteriores y fue el cardenal Rodolfo Quezada Toruño quien la coronó por segunda vez. La imagen reposa sobre un estofe de oro donde cientos de feligreses acuden a diario a agradecer los milagros y protección sobre sus hogares.