Nuevos avances se dieron a conocer en el caso de Alec Baldwin, pues las pruebas forenses que realizó el FBI han demostrado que el arma que estaba usando el actor durante el rodaje de la película Rust, misma que terminó con la vida de la directora de fotografía Halyna Hutchins, no pudo dispararse sola.
Sin embargo, dichas palabras son completamente diferentes a las que el actor mencionó, ya que por medio de una entrevista que ofreció en diciembre al periódico ABC News, donde afirmó que no había apretado el gatillo.
«No se apretó el gatillo. No apreté el gatillo».
Además, este caso fue clasificado como accidente por parte de la Oficina del Investigador Médico de Nuevo México:
«La revisión de los informes policiales disponibles no mostró ninguna demostración convincente de que el arma de fuego se cargará intencionalmente con munición real en el set».
Las autoridades no han tomado una decisión sobre el caso de Alec Baldwin.
Hasta el momento, las autoridades locales no han tomado ninguna decisión de acusación en el caso y los detectives esperan los registros telefónicos de Alec Baldwin como parte de la investigación.
El problema dentro de la filmación fue hace 10 meses, en octubre, durante el rodaje de su última película, Rust, en Nuevo México, todo esto mientras el actor estaba preparando una de sus escenas en el set de filmación.
Aunque no todo quedó así, pues otro informe del Departamento de Medio Ambiente de Nuevo México reveló en abril que la compañía productora del filme no tenía ningún interés por la seguridad de sus colaboradores.
«Hubo varios fallos de gestión y hay evidencias más que suficientes que sugieren que si se hubieran seguido las prácticas estándar de la industria, el tiroteo fatal de Halyna Hutchins y la lesión grave de Joel Sousa no habrían ocurrido».
Con información de tvazteca.com