El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitó ayer el Vaticano en la primera etapa de su gira europea, con el encuentro del G20 y la Cumbre del Clima de Glasgow como principales citas.
El segundo presidente católico de la historia del país norteamericano se encontraba por primera vez con el Papa ya se habían reunido en otras ocasiones, pero antes de que Biden llegará a la presidencia y el encuentro tuvo una duración sin precedentes que se recuerden: una hora y cuarto. Con Obama fueron 50 minutos; con Trump, 30.
Pasaron muchas horas hasta que el Vaticano emitió un comunicado sobre el contenido de tan larga conversación, y el resultado ya se lo pueden imaginar, típica nota oficial que poco dice del contenido. Lo que sí fue revelador fue lo que dijo el propio Biden a los periodistas tras el encuentro.
Según informa Reuters, al presidente estadounidense se le preguntó si el aborto había estado encima de la mesa en la conversación. “No, no lo estuvo”, sólo “hablamos sobre el hecho de que él estaba contento de que fuera un buen católico y que debería seguir recibiendo la comunión”, dijo Biden.
El episcopado estadounidense se encuentra ahora mismo dividido en un encarnizado debate sobre si negar, o no, la comunión a los políticos que fomentan e impulsan como es el caso de Biden el aborto. Por tanto, de confirmarse estas palabras del Papa, éste estaría dejando clara cuál es su posición al respecto y el camino que han de seguir sus excelencias.